No sólo soy Fotógrafo de Bodas

Amante de los viajes, padre de un niño maravilloso y con una compañera de vida que me inunda de luz cada día y… fotógrafo de bodas, miradas y de vida.

De mi pasión por los viajes surgió mi interés por la fotografía y, sin darme cuenta, la fotografía se convirtió en mi forma de vida.

Me gusta trabajar la fotografía creativa. No persigo el estereotipo de posado tradicional, me centro en la naturalidad con la que pretendo congelar un momento, un lugar, una emoción que quedará capturada para siempre.

Será un placer para mí ser el fotógrafo de tu boda, de ese maravilloso día irrepetible cargado de risas, emoción, diversión y alguna que otra lágrima que, a través de mis fotos, formará parte de tus recuerdos para siempre.

Comencé como aficionado, desde entonces han pasado ya algunos años, años dedicados a formarme. Workshops, talleres, seminarios, cursos, charlas… He tenido la suerte de rodearme de los mejores , gracias a sus consejos, a mi esfuerzo y al apoyo de mi familia ahora puedo dedicarme a lo que realmente es mi pasión: La fotografía.

Creo que es muy importante, para capturar sentimientos, trabajar no sólo con la cámara, sino también con el alma. Hay una frase, de George Murdaskedano, que se me repite una y otra vez en la cabeza, “El mundo necesita más personas que amen lo que hacen”, y  yo amo la fotografía.

Mis premios son tus emociones

Pero mi mayor recompensa, sin duda, es ver el valor que tienen para ti y los tuyos los recuerdos que yo ayudo a construir hoy. Y más aún cuando vayan pasando los años…  ¡Será Incalculable!