La luz precisa, el maquillaje impecable y una gran modelo con una plasticidad y unos poses preciosos… no había excusa parar no conseguir un gran trabajo, y realmente estoy muy contento con los resultados.
Normalmente no se hacen estas sesiones con luz natural, primero porque es mucho más complicada de controlar (no se puede ajustar la intensidad, distancia, modificador… cómo si se puede hacer con unos flashes y el conocimiento adecuado) y además no se suelen tener estos ventanales en un estudio, pero aquí se pudo jugar con esa preciosa luz natural mezclada con un pequeño toque cálido de luz continua. Esa mezcla iba dibujando las líneas del cuerpo bañado por la luz en su justa medida. La sensualidad de Natalia y sus poses consiguieron el resto.