Cuando se interesan por tu trabajo desde Suecia es una sensación muy bonita, ver que a tantos km de distancia se está viendo y valorando tu trabajo… y más cuando se trata de plasmar una sesión tan especial como es una postboda en un lugar tan espectacular como Estocolmo en invierno.
Mariia y Anders se habían casado un mes antes y no habían quedado muy contentos con las fotos de su boda, por eso no querían dejar pasar más tiempo para tener unas fotos que les hiciera recordar su día de una forma especial.
Volvieron a preparar su traje y su vestido, contactaron también con la misma maquilladora que participó en la boda y no dudo en venir aunque le costase un buen madrugón y 3 horas de viaje; todo tenía que ser perfecto.
Ellos se habían casado en el ayuntamiento de la ciudad y decidimos empezar por ahí, la luz del amanecer, la ciudad al fondo sobre el agua congelada y esta fantástica pareja hicieron el resto. Un honor que contasen conmigo y me acabaran tratando como un amigo.